*Seis especialistas se pronuncian por la ciencia como derecho humano y responden a la pregunta ¿a quién le pertenece nuestro conocimiento?, en mesa redonda organizada por El Colegio Mexiquense
La ciencia como un derecho humano y el derecho humano a la ciencia están condicionados por el acceso abierto al conocimiento y a la información que se encuentran en revistas científicas y libros, en un tiempo en que el mundo está dividido entre las naciones que han concentrado los datos personales y de todo tipo en los llamados data centers, en especial la República Popular China, y las que no tienen o no han sabido aprovechar las oportunidades ofrecidas por el cambio tecnológico.
En el caso de México y otros países de América Latina, la investigación científica está financiada casi de manera total por los gobiernos, a través de universidades e instituciones científicas, es decir, con recursos públicos derivados de los impuestos, lo que contrasta con el aprovechamiento y concentración de los datos que se producen mundialmente por organizaciones privadas.
El Colegio Mexiquense participó en la Semana Internacional de Acceso Abierto organizando la mesa redonda «Conocimiento abierto: políticas, comunidades, infraestructuras. ¿A quién le pertenece nuestro conocimiento?», coordinada y moderada por Ivonne Lujano Vilchis, investigadora de estancia posdoctoral Secihti en la institución, en la que hubo mensajes de bienvenida y final por parte de Miguel Adolfo Guajardo Mendoza, secretario general.
Alejandra Hurtado Tarazona, estancia posdoctoral en la Secihti, habló del esfuerzo por fortalecer el ecosistema de las revistas de acceso abierto en México, sobre la base de que la ciencia es un derecho humano y un bien público.
Habló del derecho humano a la ciencia, adujo que el conocimiento es de todos en un esquema en el cual las comunidades lo crean, las instituciones lo sostienen y la sociedad lo financia, pues, en síntesis, el conocimiento pertenece a quienes lo hacen posible y su destino final es el bien público.
Gabriel Vélez Cuartas, de la Universidad de Antioquia, explicó que todo lo que es susceptible de ser comunicado está digitalizado en data centers, que se concentran en Estados Unidos, Europa y Asia, y responden a sistemas políticos que condicionan la circulación de la información, como China y otros países no democráticos.

En cuanto a procesamiento de datos, China dobla a EU en capacidad y, juntos, son los que más datos tienen, por lo que es relevante preguntarse para qué sirven los datos, lo que supone que los investigadores decidan qué escoger y cómo hacer agendas científicas, dijo el investigador.
Por su parte, Arturo Garduño Magaña, de Open Book Colective, dedicó su intervención a analizar lo que sucede con la concentración de la producción de libros científicos y académicos, por una parte, y los esfuerzos de asociación de editoriales que trabajan libros de acceso abierto.
Se refirió a las ganancias «desaforadas» de los dueños de bases de datos que en algunos casos suman más de nueve mil millones de libras esterlinas, para el caso de los ingleses, mientras que en América Latina la mayor parte de la investigación está financiada por los gobiernos y es una fuente principal de información.
Garduño Magaña analizó los problemas, limitaciones y desafíos de las comunidades y editoriales que trabajan en libros de acceso abierto, y detalló los esfuerzos que se hacen también con las revistas científicas y académicas de acceso abierto.
Bárbara Rivera López, community manager de la Declaración de Barcelona, explicó esta iniciativa y los cuatro compromisos que contienen y son asumidos por 125 organizaciones de 31 países, entre universidades, instituciones de investigación y gobiernos, además de 52 instituciones proveedoras de datos que la apoyan.
Entre los nueve firmantes de América Latina está México, que, como el resto, trabaja con la certeza de que se debe llegar a la soberanía del conocimiento mediante la información abierta.
Los panelistas dialogaron al final de las intervenciones con la moderación de Ivonne Lujano Vilchis y dieron respuesta a las preguntas de quienes participaron en los chats a través de redes y plataformas.
Comunicado de prensa 062/2025
Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec, Estado de México, 27 de octubre de 2025

